Carta de la Sra. Goldberg

Estimados lectores, a continuación publico un libro de relatos que me ha atraído no solo por su agudo ejercicio de anticipación, sino por las desconcertantes revelaciones de lo que el personaje principal ha vivido y hecho en Cuba.



(Carta introductoria de la persona que envió las cartas de Rigo a la editorial)

16 de noviembre de 2011

Estimado señor director:
Le remito unas cartas que fueron enviadas a mi esposo hace unos años desde Cuba, por un señor llamado Rigo, del cual no conozco nada más. Estas cartas dejaron de llegar de la misma forma inesperada en que un día aparecieron. Mi esposo nunca supo de ellas porque en ese entonces ya había desaparecido. En estas cartas supe algunas cosas que él nunca mencionó y por eso las conservé.
Tengo un sobrino escritor que hace poco participó en un concurso en su revista. A él le pasé estas cartas, y fue él quien me sugirió se las mandara a usted, pues dice que con las revueltas o protestas que hay ahora en Cuba, lo que cuenta este señor Rigo podría ser interesante. Aunque este señor nunca recibió respuesta, persistió en su correspondencia, por eso me gustaría que sus cartas tuvieran un destino mejor que mi escaparate. Sin embargo, no quisiera ningún problema de derechos de autor o cosas parecidas, si existe un mínimo riesgo legal para mí, le ruego que no haga nada que pueda provocarlo. Y si al final no le interesan o no las puede leer por lo mucho de su trabajo, échelas, no me las devuelva, ya las tuve demasiado tiempo.

Mis respetuosos saludos
Ana E. Goldberg